Sue Grafton: N de nudo ( 2 )

Reconozco que, como leyendo a Sue Grafton, no disfruto actualmente con ningún otro autor. Kinsey Millhone es un personaje creíble, cercano, su voz parece sincera, cordial, agradable como la que se usa en las confidencias en que no se destripa a nadie, sino que se confían fragmentos de vida sin más deseo ni pretensión que la atención del oyente. Me acuerdo de los días ya lejanos en que empezaba a leer a Raymond Chandler, a Vázquez Montalbán - "Los mares del Sur", "Los pájaros de Bangkok" -, Ross Macdonald - "El hombre enterrado" - y me creía todo aquello a pies juntillas, lo vivía como un niño, saliendo de mí para entrar en las historias que leía de tal manera que al cerrar el libro para una pausa la realidad me asaltaba con fuerza, los objetos de mi cuarto y cuanto veía por la ventana me resultaban nuevos, casi desconocidos, como si volviera de un lejano viaje que hubiera ocupado varios años de mi vida, que no me preocupaba demasiado - ni mirándola para atrás ni para adelante, porque el pesimismo no convivía entonces con las alegrías de la forma rara e incontestable en que lo hace en la edad adulta - y que sentía más amplia, profunda, más llena de asuntos, emociones, sensaciones, palpitaciones, entusiasmos: qué placer, qué alegría leer y sólo tener la cabeza puesta en lo que se lee, ajeno a preocupaciones mundanas y malditamente cotidianas, menores, forzosamente menores aunque nuestro espíritu encogido ahora no las vea así a menudo. ¿Habéis leído últimamente algo con absoluta entrega, por el absoluto gozo de leer? Algo que no os haga pensar: listo este tío, sí, fíjate en lo que hace ese personaje, ya, ya, ah, ahora me ha sorprendido, estoy cansado pero voy a seguir, tengo que acabar el libro, bueno, qué aburrimiento, ¿me salto estas páginas?, en fin, cuando acabe habré aprendido, será beneficioso, instructivo, útil, válido. Algo que no os haga pensar mientras leéis, que os atrape como un beso o una caricia. ¿No? Corred y conseguid un libro de Sue Grafton. De nada.