Rubem Fonseca: Paseo nocturno




   Hay autores con los que se tiene una gran afinidad aunque no se los frecuente demasiado, aunque se los lea de cuando en cuando. Es el caso de Rubem Fonseca y el que suscribe. Este relato, que acabo de leer, es pariente de uno que escribí hace mucho y está publicado en el libro Almería 66. Paseo nocturno lo escribió en los años setenta del pasado siglo Rubem Fonseca y pertenece al libro Feliz año nuevo. Los dos son duros, cortantes como piedras afiladas, están despojados de todo lo innecesario y resultan seguramente crueles, aunque está matizada la crueldad por la narración en primera persona y una falta absoluta de regocijo en lo morboso. Son como una breve crónica, un acercamiento a la mente de alguien a quien diríamos a primera vista que es dominado por el mal. Pero la intención va más allá: late el elemento social, el inconformismo, la desazón de saber que la violencia anida cerca y es a veces producto de la frustración causada por una sociedad injusta y muy estratificada. Son relatos negros, claro que sí, y son a la vez relatos vigorososos de denuncia. El de Rubem Fonseca es una obra maestra, el mío una minucia no del todo incómoda. Que se parezcan solo me beneficia a mí.