En la pista de temas que podemos ampliar por nuestra cuenta, de asuntos que nos pueden interesar y demandan un pequeño esfuerzo consultando diccionarios y enciclopedias, que nos azuzan y despiertan algo dormido que no responde a intereses estrictamente literarios o pertenecientes a la ficción. Guerra Garrido profundiza en algunos temas y nos lanza la pista para que continuemos por senderos interesantes que nos llevan a completar informaciones o ampliarlas o a saber cosas nuevas. Este tipo de novela siempre me ha interesado y siempre me ha parecido absolutamente imprescindible. Requiere una gran labor de documentación, de recabar datos y confrontarlos pero el resultado no siempre es abrumador ni pedante: también la novela puede recoger, además de testimonios y meditaciones, disquisiciones científicas y apasionadas defensas del roble, como en las páginas 190 a 192 de la edición que manejo, coherentes, certeras, alumbradoras. Un etnólogo nos habla de la deforestación. No es prescindible, no es una equivocación. Si se habla de industrialización, si se habla de un industrial secuestrado, ¿por qué no ir a la raíz de ciertas preocupaciones? Novela porosa, plural, sabia ésta. Para leer a ratos degustando y a ratos reflexionando, aprendiendo. Ay, que a veces echa uno de menos a estos autores que te ponen las pilas, que no te dejan sentado y ausente en el sillón de tu casa y te mueven, te empujan, te recuerdan que nos queda mucho por saber y por reflexionar.