Pese al cainismo, pese a la censura, pese a la deslealtad, pese a todo, por indicación de alguien a quien quiero y respeto enormemente, este blog no se cierra. Ha bastado una sola palabra para que me desdiga, para que rectifique, porque uno no es un ente aislado y tiene muy claro que no está en posesión de ninguna verdad absoluta. El dolor desaparecerá, me dice esta voz -la de una mujer a la que venero-, y quedará tu trabajo, lo que honradamente hagas y digas. El pasado es un demonio sólo si crees en demonios, me ha dicho. Los que no te quieren no importan, piensa sólo en los que te quieren.
Gracias. Por ti y por los amigos que vienen por aquí, por los que han acudido alguna vez a leer algún texto, retomo la actividad. Mi intención de cerrarlo estaba clara y era definitiva. Pero yo me borro y sigo el consejo sabio de una sabia mujer. Este blog ha sido un espacio positivo y no puede cerrarse por una acción negativa.
Gracias y perdón. Rectifico. Me pongo manos a la obra.