Acabó el año

Y nos deja lecturas que no pueden postergarse, pero que se postergan.
Nos deja las pérdidas inevitables, que nos hacen cada vez más humanos, vulnerables y, si sabemos ver y entender, nos acercan a la humildad y a la fraternidad.

Y no quiero hacer un balance personal de nada, sino hablar de los compañeros y los amigos gracias a los cuales uno sigue por aquí, dudando siempre, aprendiendo siempre, defendiendo siempre las ideas que me mantienen en pie.

He leído, en catalán y traducida, a Júlia. En su blog hay tanta sabiduría y tanta sensibilidad que uno se siente en casa y escucha y aprende y no siente que nada sea forzado, que nada requiera esfuerzo. La red nos da sitios y palabras impagables. El de Júlia es uno de ellos.


En las páginas del blog de Gabriel Báñez hay un escritor completo, un referente, un tipo que nunca escribe porque sí, que nunca elude las verdades, que nunca escribe mal.

Noemí Pastor podría ser mi alter ego, o yo el suyo, y visitarla es entrar alegre y salir además con una sonrisa y más lecturas pendientes y realizables. Sabe mucho de novela negra, muchísimo. Y sabe invitar a leer un libro como pocos.

El Hippie Viejo es un amigo, un hombre de otro tiempo y de este de ahora mismo, es pura memoria y testimonio, es un ciudadano insustituible.

Clarice Baricco es una foto con unas manos que lo dicen todo, unas manos que escriben y acarician con sus palabras. La perdí de vista una temporada y lo lamento. Desde aquí te pido perdón y prometo enmendarme, Graciela.

Elena escribe poco, pero todos sus textos son pequeñas, amables, sinceras lecciones de literatura. Uno los lee y ya está pensando en dónde ir a comprar el libro del que habla.

Ricardo Flores es un narrador consumado, que te mete en sus personalísimas historias y te sientes más dentro de ellas que de tu propia realidad. Escribe tan bien que le envidio.

Blanca Vázquez es el cine, sobre todo, porque me gusta mucho su blog sobre libros, pero el que tiene dedicado al cine es para mí, sencillamente, una referencia.

Francisco Machuca es otra de las sorpresas, otro descubrimiento que engrandece la red, que hace más importante la labor de los blogs literarios. Sabio y profundo, versátil, un escritor con todas las letras.

Gonzalo B. está al otro lado, que decía Cortázar, y nos cuenta lo que pasa allí y publica regularmente escritos de una gran calidad que abordan la obra de escritores y la de intérpretes de jazz, por ejemplo, con igual solvencia y valía.

Rosa Silverio es poeta, honesta, amiga, y en las tres cosas brilla a un nivel altísimo. Su blog y sus actividades se merecen un gran reconocimiento. Sus poemas son palabras para el alma.


Y no me olvido de Enrique Ortiz, que tiene un blog mayor de edad; ni de Paula, que conmueve con luces y nubes llenas de lluvia vivificante; ni de Javier Torres, que nos informa de cuanto ocurre en el mundo de la telefonía; ni de José Romero, a quien admiro de verdad; ni de Nani, que es un ejemplo de por qué escribimos y para qué; ni de Rosa Ribas, escritora con dos libros y una comisaria que dará mucho que hablar; ni del viejo amigo Alvy Singer, de deslumbrante cultura y dotado de una sagaz curiosidad; ni de Leyla, la de las fascinantes imágenes y las muy concretas palabras que llegan siempre cálidas; ni de Luis, que hace críticas literarias con pasión y mucha razón; ni de M, un gran tipo y escritor muy leído y celebrado en un futuro muy cercano; ni de Paz, que nos regala historias y sentimientos a manos llenas con la exacta medida de pudor y verdad; ni de Natasha, que alza un telón mágico y vívido y nos pone ante las realidades de la existencia que es preciso ver, notar, compartir; ni de Mart, generoso viajero de ejemplares intenciones, cuyas palabras son a veces como manos que estrechan con la medida exacta nuestras manos; ni de Loredana, dueña de un blog que llena de luz los ojos y el cerebro; ni de Heriberto, ganador del Premio de Novela Editorial Costa Rica 2007; aunque seguro que me olvidaré de otros blogueros a los que también he leído con interés y atención y de los que espero un tirón de orejas que no será mal recibido.

Que pase el 2008.