Mercedes Castro: Y punto. (4). Ante el cadáver


Pocas, pocas veces tiene uno la oportunidad de disfrutar de páginas tan expresivas, tan literarias, tan bien escritas, con tanta fuerza y tanto golpeo interno y externo como las que Mercedes Castro dedica a una prostituta que aparece colgada. La voz de Clara clama, solloza, delira, ennoblece, se arraiga en los que la escuchamos -leyendo y oyéndola de alguna manera dentro de nosotros- y nos arrebata.
Reclamo desde hace tiempo novelas que sean plenamente literarias, en las que aparezcan policías, delincuentes, y que sean fieles a las grandes enseñanzas de los maestros. Hace poco afirmé que la mejor novela negra escrita en español es "El inocente", de Mario Lacruz, y se debe a que en ella hay ante todo gran literatura.
Con "Y punto.", de Mercedes Castro, puedo afirmar que nos encontramos ante otra novela negra -es negra y no es negra tan sólo, como las mejores del género- de gran altura, de escritura que raya a un gran nivel, con una poderosa carga lírica y una vehemencia perfectamente articulada y llena de humanidad. En las páginas que le dedica Mercedes Castro a la prostituta encontrada muerta late un aliento vital y poético, una verdad inconformista, una potencia creativa que es sin duda el punto máximo de la novela, es un arroyo que fluye solo y veloz y pleno y que deja al lector sencillamente boquiabierto. Son 12 páginas, un pequeño relato, un cántico estremecedor y tan palpitante de verdad que pide la inmediata relectura, incluso el recitado en voz alta. Son unas páginas maravillosas, inolvidables, seguro que generadoras de muchas otras páginas de lectores que sentirán, como yo, que estamos ante un logro espléndido y digno de ser intensamente resaltado y recomendado.

Foto de Mercedes Castro: J. Leal (Faro de Vigo)