Necesitamos novelas como ésta (como "Ucrania", de Pablo Aranda), que hacen uso del idioma y de las técnicas narrativas generosamente, que cuentan historias sin miedo y con un sostenido pulso en el que se alternan la primera, la segunda y la tercera personas sin lastrar el avance de la trama, con una naturalidad y una fluidez admirables. La novela negra - y la novela en general - reclama a gritos a autores que arriesguen, que inviertan nueve años en escribir un libro porque lo aman, porque lo perfeccionan aliados al tiempo, porque creen en la literatura con todo su peso, valga para lo que valga y para quien valga. Mercedes castro entra en el panorama literario español pisando fuerte, con atrevimiento, con humor y con mucha calidad.
Clara Deza es una subinspectora que está casada con un abogado, hijo de buena familia y apellido compuesto, y que ha de desenvolverse sola pero con coraje en un mundo hecho para hombres, el de las comisarías de policía y el de las calles por las que se mueven delincuentes de todos los niveles. Es un personaje muy creíble y muy actual, lleno de contradicciones -las propias de una época en que somos todo en un momento y nos sentimos nada en el siguiente instante-, con una vida interior rica que nos llega mediante su voz cargada de exclamaciones, de interjecciones y de sentidas frases en las que palpita una vida intensa y deseosa de compartir: y no es esto una tontería, porque me refiero a esa cualidad que tienen algunas pocas novelas de mostrar a personajes que hablan en primera persona y se confiesan y tienen en cuenta al lector, al receptor, de una manera en que uno tiene la sensación de que la novela se está haciendo sobre la marcha, los hechos que vemos ocurren a la par que los conocemos, como si estuviéramos no dentro de la historia, a la manera del espectador de cine, sino influyendo de alguna forma en ellos o al menos en el modo de Clara para relatarlos, para que los comprendamos y la comprendamos, para que la entendamos y la queramos, sí, la queramos, porque Clara Deza cuenta esta su historia para la queramos. También los personajes a veces no piden comprensión y amistad, incluso amor, amigos.
Texto recomendado: Gregorio el Botero, en el blog de Mart
Texto recomendado: Por, esperança i Muntañola. En el blog de Júlia
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