Suelen los detectives tener amores ocasionales en las novelas, a lo largo de sus investigaciones, porque todos sabemos que la figura del detective privado proviene del romanticismo. Así, de los duros del principio hemos pasado - vía Philip Marlowe, el detective privado creado por Chandler, el más romántico de los escritores del género negro - a otros más tiernos y menos despectivos. Selb encuentra una compañera temporal en un restaurante y en la casa de ella hacen el amor y duermen juntos pero "Ella se volvió de lado. Yo también, así que estábamos como las cucharillas en el estuche de los cubiertos." Se levanta antes que ella y le lleva café y cruasanes a la cama. Luego, "Quise dejarla en su consulta de masajista del Collini-Center, pero ella prefirió irse a pie. No quedamos para otro día. Pero cuando nos abrazamos delante del portal de la casa nos costó separarnos." Como la vida misma.