Easy empieza a investigar y busca al último hombre con quien estuvo la chica desaparecida, a la que él brevemente vio una noche pero ha vuelto a desaparecer. Y entonces nace el detective Easy Rawlins, un negro detective privado sin licencia por el momento. "Fueron aquellos dos días, más que cualquier otro lapso, los que me hiceron detective... Sentía un secreto regocijo cuando entré en el bar y pedí una cerveza con dinero que me había pagado otro. Le pregunté el nombre al mozo que atendía la barra y no le hablé de nada, pero en realidad, tra mi charla amistosa, se escondía mi trabajo para encontrar algo. Nadie sabía tras qué andaba yo y eso me hacía sentir como invisible; la gente pensaba que me veía pero lo que realmente veía era una ilusión de mí mismo, algo que no era real." Un momento inolvidable. Pocas veces vemos el momento exacto, el día en que un detective empieza a serlo o decide serlo. Con esta satisfación, con esta ingenuidad, Easy decide ser otro hombre.