Lo primero, el idioma. Siempre he pensado así. Con algunas traducciones me desespero: tantos errores me enervan. El libro de Grijelmo pretende, de manera breve, sin predicamento alguno y con humor, opinar sobre algunas expresiones y nos ayuda a corregir errores. Dice: "Hay quien cree más moderno y progresista aceptar cuantos anglicismos se nos vienen encima. Sin embargo, eso constituye un hecho antidemocrático: el idioma ya no evoluciona como lo decide el pueblo, sino como lo deciden las clases cultas que están en contacto con el inglés y se sienten perplejas ante él. O como deciden las grandes empresas y sus productos de aparente prestigio anglicado". Utiliza como ejemplo e-mail, que es perfectamente sustituible por mensaje o carta, según su extensión. Cree que e-mail desaparecerá. Interesante libro que repasa muchas expresiones cotidianas y nos quita algunos velos de los ojos.