Homenaje a Félix Bayón


Que inesperadamente dejó de estar entre nosotros el día 16 de abril de 2006. En la revista La Gansterera publiqué la crítica a su libro "De un mal golpe", donde nacía un nuevo detective. Bayón estaba escribiendo la segunda novela dedicada a su personaje investigador. Ésta era mi crítica:

Se planteó Felix Bayón esta novela, en principio, como un juego solitario, pero su amigo Justo Navarro le animó a presentarla al publico. Hizo bien. Es una novela que se lee de un tirón - o de dos, según el tiempo de que dispongamos - y presenta su interés principalmente en el personaje narrador. Cuando se han leído muchas novelas policíacas uno anda ya un poco saturado de historias, ve venir las sorpresas y se huele qué se esconde detrás de lo que se nos va mostrando. La trama de esta novela, que nos muestra a un detective que ejerce sin licencia - fino humor español y a la vez complejo de inferioridad frente a los clásicos estadounidenses - nos lleva a Marbella, el lugar de la corrupción y de las inmobiliarias. Vemos a un personaje en el ayuntamiento, los bares y las calles de la ciudad, a un policía al que le duele ser policía, a una antigua luchadora roja que se mete en las vidas ajenas y a un antiguo periodista que sabe muy bien por dónde ir y venir. De poco nos informa la novela que no supiéramos ya, poco innova en su investigación ni en la mostración de los vericuetos de la misma, tampoco en su final, deudor de Chandler y también, sobre todo, de Vázquez Montalbán. Pero resulta interesante y útil porque nos encontramos a un personaje: y como es ésta la primera novela de una serie cabe felicitar a su autor porque en el primer intento ha dado en el centro de la diana. Descreído, algo mayor, solo, con un humor cercano y con la compasión que definen a los mejores investigadores del género, Luis León es alguien a quien merece la pena conocer, oír, recordar. No estamos ante una novela que denuncia, aunque sí levanta acta. Y estamos ante un personaje que nos hace recordar tiempos mejores, luchas mejores, sentimientos mejores. No hace falta imaginar mucho para darse cuenta de que detrás de León está el propio autor de la novela, que hace su primera incursión en el género negro.Periodista que trabajó en El País, Bayón tiene muchas historias que contarnos y aprovecha su oficio para recorrer los ambientes y darnos las informaciones que un periodista maneja habitualmente. En una conversación con un antiguo amigo del protagonista, que aún ejerce, desgrana Bayón las lamentaciones del que ha pasado mucho tiempo en un oficio que se está volviendo light, porque llevado por el signo de los tiempos se ha vuelto no un oficio sino un trabajo algo que se desempeña para cobrar y sobrevivir, sin que reporte grandes alicientes, sino más bien miedos: a que los recién salidos de la Facultad vengan y te quiten el puesto porque cobran mucho menos y están sobradamente preparados para el trabajo rutinario, funcionarial, entregado, servicial. Y ahí es donde creo que se focaliza el interés de la novela - y del personaje, insisto - porque para hacer la crónica de un tiempo y de un país se necesitan años, experiencia, mirada y pasión - aunque sean restos de una antigua pasión por descubrir, por participar, por ser, sencillamente-. Después de tantas novelas negras dadas al enigma gratuito, al crimen porque sí, a la investigación en el vacío de un mundo irreal, prefiero a los escritores que no necesitan un muerto en cada capítulo, veinte disparos cada treinta páginas - lo que les ocurre a la mayoría de los best sellers negros escritos por autores estadounidenses actuales- y confunden la necesidad de entretenimiento con la pura acción más adecuada a la novela de aventuras El crimen, como bien nos dice Bayón, es una excusa para darnos una atmósfera, para hablarnos de un lugar y unas personas, para conocer mejor o de otra manera nuestro presente. Incluso el final de esta novela es emblemático: y como tiene mucho interés no voy a desvelarlo, que ésa - no reniego, no me interpretéis mal - es otra virtud de la narrativa que más nos interesa: que hasta el final nos mantenga en vilo. Espero la segunda salida de León.


Foto: El Correo de Andalucía