Miguel Ángel Muñoz: género sin género

En el libro de este escritor, de reciente publicación, titulado El síndrome Chéjov, hay un relato que da pie a este comentario sobre los géneros. Si la hubieras conocido sólo tiene cuatro páginas, una voz de un juez que narra y una muerta. Podemos imaginarnos que a la muerta la mataron. Que el juez sabe más de lo que demuestra saber. Y hay una casa por la que el juez camina, husmea, descubre y acaso reconoce. Yo prefiero -cada vez más- a los que saben sugerir que a los que lo muestran todo: vale que haya una Scarpetta, muchas ya cansan; vale que haya un asesino caníbal, muchos cansan. La novela policíaca es repetitiva, y por eso mismo a veces cansa. Mis mayores alegrías últimamente provienen de autores que visitan espontánea y fugazmente el género.
El relato que nos ocupa podría ser de género. Pero aquí hay además un buen escritor, hay párrafos largos y bien medidos y hay sugerencia, amigos, muchas cosas se sugieren en apenas seis párrafos. Brillante contención: detesto los best sellers porque suelen ser huecos, hinchados falsamente, estereotipados, como pagados a tanto la palabra. Reivindico a autores como Miguel Ángel Muñoz: su primer libro y ya da una lección.