Juan Madrid: Tánger

Esta es una de las dos citas que anteceden a la novela: " Todos los fascismos están alimentados por el miedo a los pobres y a la revolución. Y, sobre todo, por la irracionalidad, los nacionalismos, el fanatismo y la miseria sexual y moral." Se las escuchó decir Juan Madrid a su propio padre. Este escritor crea personajes y situaciones creíbles, algo que escasea, dentro y fuera de la novela negra. Hay una influencia clara en su escritura: Pío Baroja. Algunos dicen que también está detrás Ignacio Aldecoa. Juan Madrid sabe de lo que habla, a diferencia de otros autores que sólo imaginan. No se documenta para una novela: lo documenta su propia vida, sus inquietudes, sus motivaciones personales: de ahí salen sus novelas. Es uno de los últimos escritores comunistas -admira a Dashiell Hammett, también comunista, que es su tercera y también muy clara influencia- y por eso Tánger empieza con una manifestación de neonazis por los alrededores de la Casa de Campo, en Madrid. Admiro a su personaje Toni Romano, que hasta ahora ha protagonizado seis de sus novelas, porque es un personaje de novela negra española, creíble y próximo. Lo mismo ocurre con el protagonista de Tánger, un joven marroquí, y con su socio, un ex boxeador, metidos a cobrar deudas pendientes. Madrid no malgasta una sola palabra: descripciones concretas y definitorias, narración ágil y con pocos adjetivos, y un estilo muy personal -muy Barojiano-, con un tono cercano a lo coloquial que parece hablarle a media voz al lector, un voz amiga, sin estridencias, que cuenta y dice lo que sabe y conoce y no falsea, no añade hipérboles ni suspenses innecesarios porque cuando se domina lo que se narra, cuando se está seguro de que lo que se está narrando vale la pena no hay que irse por las ramas. ¿Sirve decir que hay novelistas de la experiencia? Juan Madrid es uno de ellos. Sincero y con unas historias que nos cuentan la verdad de nuestro mundo, el cercano, el de la esquina y dos esquinas más allá. Un novelista forjado en las lecturas de los clásicos estadounidenses pero que habla profundamente de cuanto ven sus ojos despiertos, y no sólo de lo que ve su mente.