Las descripciones incisivas, profundas. Las caracterizaciones en las que vierte su opinión el narrador y no se limita a presentar formulariamente. La subjetividad. "Sánchez no me gustaba, pero no acababa de cogerle manía. Debía de ser un buen padre de familia. Trabajaba duro todas las noches. Se acostaba cuando sus hijos se iban al colegio. Cogía el taxi otra vez cuando volvían. No debía de verlos nunca. Excepto los escasos sábados y domingos que se cogía día libre. Seguramente una vez al mes. Al principio tomaba a su mujer al llegar a casa. La despertaba, a ella no le gustaba nada. Había tenido que renunciar y, desde entonces, se conformaba con una puta algunas veces por semana. Antes de ir a trabajar o después. Con su mujer no debía de hacerlo más que una vez al mes, cuando su día libre caía en sábado". Está todo dicho - para empezar - sobre el personaje.