Miguel Mena: "Días sin tregua" ( 2 ). Secuestrados.

1981. Hace poco, Tejero intentó dar un golpe de estado. Han secuestrado a Quini, futbolista del Fútbol Club Barcelona. El caso le es asignado a Mainar, inspector casado con la secretaria de un general del Alto Estado Mayor. Mainar piensa en los secuestrados: " ... un secuestrado es un muerto en vida". Cuando alguien es secuestrado, algunos rezan para que vuelva, otros para que no lo maten, otros pierden pronto la esperanza y algunos, calladamente, ajustan cuentas íntimas con él, se imaginan que sufre, que no puede escapar, que lo maltratan, que muere cruelmente. El secuestrado está solo, siente temor y el tiempo que pasa le martiriza y le ahoga. El secuestrado sueña con su libertad y cuando pasa demasiado tiempo empieza a tener pesadillas y se imagina encerrado para siempre en un túnel, en un agujero oscuro del que no se puede salir.