Miguel Mena: "Días sin tregua " ( 7 ). Escritores que saben nombrar.

Admiro a los escritores que saben nombrar lo que uno ha visto y no ha acertado más que a definirlo íntimamente con una sensación. Escribe Mena: " Así hemos aterrizado en este sitio un tanto impersonal, un bar de bocadillos y platos combinados, donde el televisor domina todas las conversaciones, donde la clientela viene y va de las oficinas cercanas, donde se come, se paga y se desaparece sin que el menú deje un gusto especial, sin que la cuenta vacíe la cartera y sin que apetezca estar allí dentro más tiempo que el justo para reponer fuerzas." Unas cuantas líneas que han puesto palabras a lo que no era más que una sensación, varias ideas sueltas. Sin duda éste es uno de los grandes valores de la literatura: su poder para evocar, nombrar.