Miguel Mena: "Días sin tregua" ( 5 )

Me parece un acierto que el personaje principal, policía sin inclinaciones fascistas, pierda los nervios y coja por el cuello a un posible sospechoso y le apunte con su pistola para obligarle a decir verdades que acaso sólo están en la mente del propio policía: de esta manera revela que la violencia es connatural a ciertas profesiones, a ciertos individuos en ciertas situaciones y muestra al protagonista haciendo algo de lo que luego tiene lugar de arrepentirse.