Walter Mosley: Muerte escarlata ( 4 ). La pobreza.

Hay temas que ya no se tratan sino de manera sensacionalista, para mostrarlos con morbo. Así se les quita interés, vigencia, así se los empequeñece y se los convierte en algo trivial. Mosley trata en su novela un tema fundamental aún en nuestro tiempo, aún en nuestras sociedades bienpensantes que esconden lo que no gusta y luego lo muestran con sucios y vivos colores y con un tremendismo que anula la fuerza de la denuncia e impide la concienciación. Mosley trata el tema de la pobreza desde dentro, sin provocarnos pena superficial ni asco superficial. " Sus ropas tendían al gris, no importaba de qué color habían sido originalmente, y tenían los hombros inclinados hacia delante por el casi metafórico peso de la pobreza". "Los guetos de Los Ángeles eran distintos de cualquier otro barrio negro que hubiera visto antes. Las avenidas y los bulevares eran amplios y estaban bien pavimentados. Incluso en las calles más pobres había casas con jardín y agua corriente para mantener verde el césped. Había palmeras casi en cada manzana, y una línea de coches privados corría junto a las aceras residenciales. Todas las casas tenían electricidad con la que ver y gas natural con el que cocinar. En todas las casas había televisores, radios, lavadoras y secadoras... La pobreza tomaba un nuevo cariz en Los Ángeles. Quien observara desde el exterior podría pensar que se trataba de una comunidad econónicamente pujante. Pero aquella gente seguía acorralada, excluida, mal representada en todo, desde el Congreso a las pantallas de cine, de los clubes campestres a las universidades". ¿Los pobres? ¿Sólo los pobres?