Una chica de quince años desaparece y Quirós es el encargado de buscarla. En su pasado hay al menos un asesinato y su trabajo es el de servir a los ricos en todo lo que le manden. El padre de la niña le envía aunque ésta no quiere volver a su lado. Quirós llega a un pueblo, el último lugar en el que se la ha visto. Le espera una profesora que ha conocido a la chica. Y ella le habla del pueblo, con palabras que definen muy bien: " Este pueblo es una pena... Tiene cosas muy bonitas, como ese espigón, o esa torre de allá, que es muy antigua, de tiempos árabes. Pero el resto está destinado al turista... Fíjese en esos edificios en obras...Cuánta especulación. Parece un animal al que quitáramos la piel para hacernos abrigos. Y esas barcas en la arena, sólo un decorado... Por lo visto, aquí no se pesca desde tiempos de san Pedro. Eso sí, quieren darle aires de gran ciudad y mantener, simultáneamente, el aspecto de aldea. Es lo que ha pasado con las bombillas: mucha iluminación, pero... Todo falso por dentro."