Ross Macdonald: "El blanco móvil". Fuera tópicos.

Sí, fuera tópicos. El detective privado que creó Ross Macdonald los elimina en el primer capítulo de la novela, publicada el año 1949 (qué bueno si hubieran tomado nota tantos que vinieron después). No se trata de un detective bruto, poco preparado, sino de alguien que tiene una cultura asentada y que narra de manera consciente y madura, utilizando un lenguaje muy literario, lleno de metáforas y de comparaciones, aunque no por ello sobrecarga el texto, no vuelve morosa la acción, no resulta cargante ni pesado. Lew Archer es un detective que narra y llena sus historias de sutiles destellos y acertadas imágenes. "Propiedad privada: color indeleble garantizado; no encoge los egos". "Después de llamar otra vez, abrió la puerta de acceso a una habitación alta y blanca, demasiado amplia y desnuda para ser femenina. Encima de la sólida cama había una lámina de un reloj, un mapa y un sombrero de mujer colocado sobre un tocador. Tiempo, espacio y sexo. Parecía un kuniyoshi." "Su voz era clara y fresca, pero había algo morboso en su risa, un ligero martilleo de amargura bajo la emoción." Son frases del primer capítulo, de las tres primeras páginas de la novela. Y no falta después la acción, la investigación, todo lo que esperamos de una novela negra de magna categoría. Fuera tópicos.