La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los
vínculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los
asuntos que son de todos y cada uno. Sois libres, nos dicen, porque
podéis acumular ilimitadamente bienes materiales, aunque eso suponga el
sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta. Hoy son
muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un
cambio cultural, que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que
nuestra sociedad —toda sociedad— tiene ya dispuestos para ahormarnos;
también son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades
que obstaculizan esa transformación. Para todas ellas está dedicado este
libro. Porque a diferencia de, por ejemplo, los chimpancés, los seres
humanos tienen muchas opciones de modificar reflexivamente su conducta,
de ahí que Jorge Riechmann nos muestre algunas de las rutas para
emprender el camino de una autoconstrucción crítica, tanto
personal como colectiva. ¿Quiere esto decir que quienes quieren cambiar
los estándares culturales del consumo conspicuo estén en contra de los
placeres en la vida cotidiana? No; están en contra de la desigualdad y,
por lo tanto, contra aquellos refinamientos y placeres que se compran a
costa del padecimiento de otros. Por eso, este libro se interroga por
algunas dimensiones culturales de esa posible transformación y desemboca
en propuestas como las ecosofías, el descentramiento del ego y la
militancia de la alegría.
Edita: Los libros de la Catarata