Qué bonito es rectificar, me dice Luis Castillo: Hubo un comentario en la entrada en la que escribiste sobre el 15-M que me ha hecho pensar. Me acusan de ser como el perro del hortelano, y quizá con mucha razón. Dije cosas que ya no mantengo con el mismo énfasis, Paco. Este buen hombre me ha hecho pensar de manera más matizada. Sigo siendo un utópico, y por eso pierdo de vista la realidad más inmediata a veces. Miro el presente. Estoy con los del 15-M después de ver cómo han parado la expulsión de sus hogares de varias personas que no han podido pagar algunos plazos de la hipoteca. Es algo concreto y cercano. Me ha hecho reflexionar también, y mucho, un artículo de Antonio Orejudo, un escritor al que habrá que leer, Paco, en el que habla de ejecuciones y desahucios hoy en el periódico Público. Rectifico. Sigo pensando en la utopía, creo que hay que derribar muchas cosas, pero hoy quiero poner mi corazón al lado del sufrimiento y de la concienciación activa y palpable de esas gentes que han salido a la calle y consiguen que algunas lágrimas de desahuciados hayan sido aplazadas. No es poco, no es poco, y puede ser un primer paso muy importante. Bravo por ellos.
Foto: Juan Navarro (Público)