El anarquismo ha sido un elemento innegable de la cultura política
española de los últimos dos siglos. Los “ideales” que lo sustentaron
fueron definiendo un movimiento complejo, poliédrico, contradictorio y
con un gran potencial disgregador que supo encontrar su unidad. Tanto
por sus dimensiones como por su pervivencia en el tiempo, tuvo en España
un desarrollo excepcionalmente fuerte, gracias al sindicalismo
revolucionario, que le dio protagonismo al transformarse en movimiento
de masas. Este libro recorre los hitos principales de un movimiento con
una larga tradición de desconfianza hacia la política parlamentaria y
que fue capaz de arropar a su militancia con una cultura propia que supo
construir al margen del Estado. Laura Vicente reflexiona sobre la
posibilidad de que el anarquismo subsista a partir de unas ideas que son
una amalgama de actitudes antidogmáticas inspiradas en la libertad pura
y que pueden aportar su estela a los nuevos movimientos que luchan
contra el pensamiento único.
Edita: Los libros de la Catarata