The East, de Zal Batmanglij

 


No es la película con final sermoneador ni conservador que puedes esperar, así como tampoco la cinta con acción farragosa o abracadabrante tan propia del país del que proviene: por el contrario, The East propone una meditación sobre algunos abusos del capitalismo y algunos poderosos abusadores del capitalismo que, pese a no descubrir nada ni mostrar escenas que aparezcan como rocío ante nuestros ojos, no está premasticada ni enlatada para consumo de simples y de prosélitos. Establece un diálogo sobre formas y maneras de contraataque y de respuesta a la agresión permanente del sistema y no miente, no endulza apenas y no se descalabra forzando expresiones infantiles increíbles. No es una magnífica película, pero es de las que no debes dejar pasar si no tragas con todo, si eres anarquista o simplemente inconformista.