Michael Collins: Castrato (2). Nuestro sistema de prisiones


Insisto en que no es lo mismo novela policíaca que novela negra. En la primera lo importante es la investigación, el develamiento de una identidad y un culpable. En la segunda, la radiografía social y los personajes son absolutamente fundamentales. Nada es puro, por supuesto. Pero en "Castrato" podemos encontrar elementos que ayudan a clarificar la cuestión. Collins ambienta la novela en Santa Bárbara, ciudad de California, y ayuda a su imaginación a que visite los sitios que pueden definir a las clases sociales elegidas y sus integrantes. Cuando nos lleva a una vieja casa que está siendo reparada por unos presidiarios que participan en un programa especial vemos que las historias de la novela negra no provienen enteramente del subconsciente y que hay un trabajo previo muy interesante, una delimitación de escenarios y espacios que brindan al lector la oportunidad de conocer más y mejor, de poder ponerse en la piel de los desposeídos, los humillados y también los que son exactamente igual que él: clase media. Porque este tipo de novela no se escribe para que lo paladeen las clases altas, creo que eso ya lo tenemos todos bien claro.
- Usted es detective, señor Fortune. ¿Qué opina de nuestro proyecto?
- No conozco su proyecto.
- No hay mucho que saber, en realidad. Traemos a prisioneros no violentos, de prisiones de mínima seguridad, para que hagan trabajo comunitario, básicamente para propietarios ancianos que no pueden permitirse pagar reparaciones. Creemos que hay formas más útiles de castigar a los delincuentes no violentos que encerrándolos en prisiones demasiado llenas. Viven con familias del barrio y tienen que trabajar en firme.
- Casi cualquier cosa tiene que ser mejor que nuestro sistema de prisiones.
- ¿Conoce bien nuestro sistema de prisiones, señor Fortune?
- Sé que deshumaniza a todo al que no mata.
- Más del ochenta por ciento de los que salen vuelven en menos de cuatro años. Sólo la Unión Soviética y Sudáfrica tienen índices más altos de encarcelamiento. Ésta es una manera de sacar a los que todavía pueden cambiar y así romper el ciclo.
¿Por qué se leerán estas novelas del género negro dentro de doscientos o trescientos años? Porque en ellas están las verdades de nuestro tiempo.



Texto recomendado: Tardes de diumenge, de Júlia.