Sue Grafton: N de nudo

Dice Kinsey Millhone, la detective privada que creó hace ya algunos años Sue Grafton, que " Ni contratando al mejor detective del mundo averiguarás de qué está hecho un ser humano". Ayer escribí sobre dos novelas negras fallidas, las de Carlotto y Correa, y quiero ampliar las ideas que me llevaron a esta afirmación. La novela de Sue Grafton atrapa al lector y merece la pena porque nos habla de seres humanos. Para empezar. La frase del principio ya lo dice todo sobre las intenciones de nuestra autora: la novela negra que escribe Grafton trata sobre los seres humanos, de qué están hechos, qué secretos guardan, qué imagen les ofrecen a los que conocen y qué imagen guardan de sí y para sí mismos. Es la empresa que siempre ha llevado a crear algunas de las mejores novelas que se han escrito, géneros o subgéneros al margen. En la página 80 de "N de Nudo" aún no hay crimen y el interés - el suspense - estriba en saber qué era, qué hacía, qué preocupaba a un hombre que murió de un infarto. Para eso ha contratado la viuda a Kinsey, que revisa los papeles dejados por el hombre, habla con los que le conocieron, hace preguntas y encuentra algunas respuestas. ¿Es esto una novela negra? Sí, porque este género busca descubrir verdades, indagar en el alma humana, y a estas alturas, para resistir y seguir vigente, lo que no necesita son los tiroteos por doquier y los misterios de puertas cerradas, sino las indagaciones que nos ayuden a saber más de nuestra época y de los que pululamos por ella. Vaya: si ése fue el origen de la novela negra, me digo. Y acierta Grafton porque la novela negra actual - la mejor, que también hay otras variedades - es realista, tiene algunos toques costumbristas - quien ha leído a Zola y a Galdós saben de su grandeza - y es profunda porque no se queda en las balas sino que va al fondo de las almas. Ya lo decía Vázquez Montalbán: el detective privado es un catalizador, un mecanismo, un medio, no un fin. Si su voz narradora está bien modulada y no cae en la repetición, la vana anécdota ni el fácil regodeo en la violencia, puede haber novelas como las de Sue Grafton, que están en la cima del género.