Beltenebros, de Muñoz Molina ( y Payá Beltrán )

Comentaba hace poco con unos amigos qué pocos libros de estudios literarios se publican. Antes había muchos de comentarios de textos, otros que abordaban la obra de un autor -en su conjunto o una novela en particular -, otros que valoraban la narrativa en ciertos períodos. Ahora visitas las librerías y te encuentras muchos libros con títulos como "Escribir novela", "Redactar bien", "La creación del personaje", "La descripción", que, como veis, sucumben a la moda de la especialización, el parcelamiento continuo en que se nos obliga a vivir. Hay escuelas de letras y cursos de narrativa -supongo que interesantes, como los hay de cine- pero siempre he desconfiado de lo que está sujeto, programado, estipulado. Siempre he aconsejado hacer las cosas con pasión, dejarse llevar por el instinto, que es inteligentísimo, y moverse de un lado a otro por las derivaciones que marcan nuestros gustos literarios: si lees a Muñoz Molina, por ejemplo, y te informas de quiénes le han influido, llegarás a Onetti, a Borges, y el viaje será tan satisfactorio que te resultará inolvidable. Por eso quiero destacar hoy no el libro de Muñoz Molina, sino el estudio que en la edición de Cátedra presenta José Payá Beltrán, y que aborda temas tan variados como el suspense, las influencias cinematográficas de la novela, el estilo y el ritmo de la prosa o la utilización de la comparación. Son noventa páginas, centradas en Beltenebros, que suponen una pequeña guía y, a la vez, unos apuntes utilísimos sobre el proceso creativo de un autor y su obra. Tenía ya otra edición de esta novela y compré la de Cátedra tras echarle un vistazo al detallado y ameno trabajo de Payá. Si en cine hay muchos libros que comentan los entresijos de las películas, en literatura lo más parecido es esto.