Tánger, de Juan Madrid: la película

La película no tiene el mismo argumento que la novela. La ha adaptado el propio autor y ha hecho cambios, ha actualizado la trama. Tiene las destacables interpretaciones de Ana Fernández y Jorge Perugorría. José Manuel Cervino vuelve a ser el malo. Fele Martínez tiene una aparición corta. Los cambios le sientan bien a la trama, ofrecen nuevas aristas, nuevas profundizaciones en los personajes. Son como variaciones, en lenguaje musical. Es una pelicula a contracorriente. Se atreve a hablar del neofascismo español y le pone caras. Se atreve a hablar de las redes de tráfico e inmigrantes y les pone cara. Se atreve a hablar de políticos, infidelidades, buenos aparentemente buenos y malos aparentemente malos y les pone caras. Yo creo que es una película adulta, a diferencia de la mayor parte del cine actual, con todo hecho, bien compartimentado, para que veamos lo blanco, blanco y lo negro, negro, sin contrastes, sin inquietudes, tan manipulado que da miedo y vergüenza a partes iguales. Esto sí es cine negro, cine en el que se denuncian cosas y se habla de la vida real, donde todos los delincuentes no van a la cárcel -si tienen poder, aún menos-, donde los inocentes son las primeras víctimas -a veces las únicas-, donde las mujeres siguen siendo débiles y utilizadas. Pocos directores y novelistas tratan al espectador y al lector sin insultarle, sin tomarle por un niño, y Juan Madrid es una excepción a tener en cuenta.