Antonia Moreno: "Nos dejaron tocar"

Leyendo un relato de Antonia Moreno, titulado "Nos dejaron tocar", que no es policíaco ni negro, pero tiene una situación previolenta y un personaje que podría engrosar la lista de personajes que cometen un acto delictivo, vuelvo a pensar en cómo los autores de novela a secas nos invitan a ser innnovadores, a no recorrer caminos trillados, a sugerir más que a mostrar: como P.D. James, Antonia Moreno se recrea en las atmósferas y profundiza utilizándolas para contarnos cómo se llega al delito, qué lo promueve, qué hay en la mente de las personas frustradas, qué actos actos pueden llegar a cometer si unas palabras, una situación determinada logran caldear ese espacio frío en que residen los deseos de violencia y venganza que habitan en todas las personas. Un poco harto está uno ya de iniciar lecturas de novelas - igual pasa en las películas - en las que la trama arranca con un asesinato. Sé que se utiliza a veces como excusa, pero demuestra en muchas ocasiones que la imaginación no da para más y el género se apolilla, los inmovilistas lo dominan y lo vulgarizan. Os animo a releer "Sangre inocente", de P.D. James, porque de su lectura saldréis más sabios y con los ojos limpios de muchas telarañas. Eso me ha pasado a mí con Antonia Moreno, con su relato, del que he salido sabiendo más que cuando entré y satisfecho porque constato que aún hay maneras de narrar y presentar a unos personajes y unos hechos de manera profunda, original y muy efectiva sin recurrir a los tópicos, al fácil asesinato y a la mostración típica y superficial de tantos otros novelistas.